El Bonsái se conoce como el arte de cultivar variedades de árboles y arbustos miniaturas en maceta con características muy particulares. Es un tipo de arte asiático asociado a la energía positiva, la buena suerte y la eternidad.
Originado en China hace 2000 años, cuando los monjes plantaban árboles en macetas para ubicarlos en las escaleras de los templos y en algunos casos rendirles culto.
Si deseas iniciar en el arte de los conocidos árboles en miniatura, aquí te traemos un listado con los 5 mejores bonsáis.
Ficus
El ficus es un bonsái caracterizado por tener hojas pequeñas y redondeadas de color verde oscuro que tienden a tener grandes ramificaciones. Este tipo de bonsái tolera la baja humedad y es muy resistente, lo que lo convierte en una muy buena opción si estás iniciando en este arte.
Requieren de entornos luminosos, evitando el sol directo y aplicando riegos moderados, no dejando que la tierra se seque, pero sin encharcar.
Carmona
Bonsái de hojas pequeñas y brillantes con puntos blancos en su parte superior y cubierto de pelos por debajo. Lo encantador de este bonsái es que durante el año pueden florecer unas pequeñas flores blancas o incluso en algunas ocasiones producir bayas de color amarillo-rojo.
Se adapta muy bien a espacios interiores, requiriendo un riego moderado verificando que el bonsái esté siempre húmedo. Este árbol es muy versátil y presenta una importante ventaja ya que permite todos los estilos en el arte del bonsái, aunque los comúnmente utilizados son del tipo escoba o cascada.
Cuphea
Un bonsái que destaca principalmente por su belleza, las pequeñas hojas y las flores de color morado. Puedes encontrarlo de tronco grueso o delgado; requieren de abundante riego durante el verano y riego moderado durante el invierno.
Suele emitir unos frutos pequeños, no presente en todas las especies, pero suelen aparecer luego de la floración. Ideal para los estilos de bonsái: sokan, hokidachi, bankan y aquellos denominados estilos informales de árbol miniatura.
Eugenia
De riego moderado durante las estaciones frías, este bonsái cautiva por el color rojizo de sus hojas y la corteza que se descama. Un detalle curioso de este bonsái es que en sus zonas de origen genera un fruto comestible con un sabor similar al de la cereza, al ser trasladado a otras zonas crece, pero no fructifica.
Una ventaja de este tipo de bonsái es que se adapta a todos los estilos. Requiere de iluminación intensa, pero protegiéndola del sol directo del mediodía durante el verano.
Murraya
Bonsái de hoja perenne que destaca por el color anaranjado de su corteza y su floración olorosa a jazmín, puede situarse en el exterior durante el verano y en el interior durante el invierno.
Requiere de abundante riego por ser una planta vigorosa, pero siendo muy importante dejar secar entre riegos y tomar en cuenta que durante el invierno se debe regar moderadamente, ya que, no crece o lo hace muy poco.
Recuerda que un bonsái no es un árbol o planta que genéticamente ha sido modificado para tener una versión en miniatura. Mantienen su forma y tamaño podando el tronco, las hojas y sus raíces con cierta frecuencia dependiendo de la especie, y el tiempo de sobrevivencia dependerá de los cuidados y parámetros de cultivo que manejes.