Hoy te vamos a presentar una planta que crece en los Pirineos y que tiene muchas propiedades medicinales: la Achillea chamaemelifolia Pourr. Esta planta, también llamada milhojas de manzanilla, milfulles de camamilla o manzanilla de monte, pertenece a la familia de las compuestas y al género Achillea, que se relaciona con el héroe griego Aquiles, que según la mitología usaba estas plantas para sanar sus heridas.
La Achillea chamaemelifolia es una planta perenne, con tallos erectos de hasta 50 cm de altura, hojas divididas en segmentos lineares y flores reunidas en capítulos blancos o rosados que forman una inflorescencia plana. Su aroma recuerda al de la manzanilla, de ahí uno de sus nombres populares. Se distribuye por los Pirineos, desde el País Vasco hasta Cataluña, y también por el norte de la península ibérica y el sur de Francia. Crece en prados, pastizales, bordes de caminos y claros de bosque, entre los 600 y los 2500 m de altitud.
Esta planta se puede usar tanto interna como externamente, en forma de infusión, tintura, cataplasma o aceite esencial. Tiene propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, antiespasmódicas, digestivas y sedantes. Entre sus usos más frecuentes se encuentran el tratamiento de heridas, úlceras, hemorroides, varices, dolores menstruales, cólicos, gases, nerviosismo e insomnio. Además, se puede emplear como repelente de insectos, ya que su olor ahuyenta a los mosquitos y otros artrópodos. ¿Cómo se puede usar la Achillea chamaemelifolia como repelente de insectos? Una forma sencilla es aplicar unas gotas de su aceite esencial sobre la piel o la ropa. Otra opción es preparar una loción casera mezclando vinagre de sidra de manzana con varias hierbas secas como menta, tomillo, lavanda y romero, además de la Achillea chamaemelifolia. Se deja macerar durante dos semanas y luego se filtra y se guarda en un frasco con pulverizador.
Esperamos que este blog te haya resultado interesante y útil. Recuerda que las plantas son seres vivos que merecen nuestro respeto y cuidado. Si te animas a cultivar Achillea chamaemelifolia en tu jardín o balcón, ten en cuenta sus necesidades de luz, agua y suelo. Y si la recolectas en la naturaleza, hazlo con moderación y responsabilidad, sin dañar el entorno ni las poblaciones silvestres. Así podrás disfrutar de sus bondades sin perjudicar su conservación.