La planta Adonis annua L. es una especie herbácea anual que pertenece a la familia de las ranunculáceas. Su nombre común es adonis o adormidera de otoño, y se distribuye por el sur y el centro de Europa, el norte de África y el oeste de Asia. Se trata de una planta ornamental que se cultiva en jardines por sus flores rojas, que recuerdan a las amapolas, pero también tiene propiedades medicinales y tóxicas.
La adonis es una planta de tallo erecto, ramificado y pubescente, que puede alcanzar hasta 40 cm de altura. Las hojas son alternas, pinnadas o bipinnadas, con segmentos lineares o lanceolados. Las flores son solitarias, terminales y muy vistosas. Tienen cuatro o cinco sépalos caedizos y entre cinco y quince pétalos rojos con una mancha negra en la base. El fruto es un aquenio ovoide, con un pico corto y curvo.
La adonis florece desde finales del verano hasta el otoño, y se adapta a suelos secos, arenosos o pedregosos, preferentemente calcáreos. Se puede encontrar en campos de cultivo, bordes de caminos, eriales y pastizales. Es una planta melífera que atrae a las abejas y otros insectos polinizadores.
La adonis tiene un uso medicinal desde la antigüedad, ya que contiene glucósidos cardiotónicos que actúan sobre el corazón y el sistema circulatorio. Se ha empleado para tratar la insuficiencia cardíaca, la angina de pecho, la hipertensión arterial, las arritmias y los edemas. Sin embargo, su uso debe ser muy cuidadoso y bajo supervisión médica, ya que puede provocar intoxicaciones graves por su efecto acumulativo en el organismo. Los síntomas de la intoxicación por adonis son náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, mareos, visión borrosa, arritmias, hipotensión y parada cardíaca.
La adonis es una planta que merece ser conocida y apreciada por su belleza y su valor medicinal, pero también respetada por su potencial tóxico. Es importante no confundirla con otras plantas similares, como las amapolas o las anémonas, y no consumirla sin prescripción médica.