El antirrino (Antirrhinum majus L.) es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia de las plantagináceas. Se caracteriza por sus flores bilabiadas, con un labio superior que se abre al presionarlo y que recuerda a la boca de un dragón, de ahí su nombre popular. El antirrino es originario del Mediterráneo occidental y se cultiva como planta ornamental en jardines, macetas y arreglos florales.
Nombres comunes:
Boca de dragón, Conejitos, Perrito, Conejillos, Bocas-de-lobo, Coelhinhos, Erva-bezerra, Papoes, Antirrino, Hierba becerra, Bocaisapo, Boca de dragon, Boca de sapo, Perritos, Cartuchos, Conillets.
El antirrino puede alcanzar una altura de 30 a 80 cm, con tallos erectos y ramificados. Las hojas son opuestas, lanceoladas, enteras y de color verde oscuro. Las flores se agrupan en racimos terminales y presentan una amplia gama de colores, desde el blanco al rojo, pasando por el rosa, el amarillo, el naranja y el púrpura. Algunas variedades tienen flores bicolores o moteadas. El fruto es una cápsula que contiene numerosas semillas.
El antirrino es una planta de fácil cultivo que requiere una exposición soleada o de sombra parcial y un suelo bien drenado, fértil y ligeramente ácido. Se puede propagar por semillas o por esquejes. La siembra se realiza en primavera u otoño, según el clima, y la floración se extiende desde la primavera hasta el otoño. El antirrino necesita riegos regulares pero moderados, evitando el encharcamiento. También se recomienda abonar cada 15 días con un fertilizante líquido durante la época de floración y podar las flores marchitas para favorecer la aparición de nuevas.
El antirrino es una planta resistente que no suele presentar problemas graves de plagas o enfermedades. Sin embargo, puede verse afectada por algunos insectos como los pulgones, las cochinillas o los trips, que se pueden combatir con insecticidas específicos o con remedios caseros como el jabón potásico o el aceite de neem. También puede sufrir hongos como el mildiu, la roya o el botritis, que se pueden prevenir con un buen drenaje y una adecuada ventilación, o tratar con fungicidas si ya están instalados.
El antirrino es una planta muy apreciada por su belleza y su versatilidad. Sus flores tienen un aroma delicado y atraen a las abejas y otros polinizadores. Además, tienen propiedades medicinales, ya que se han usado tradicionalmente para tratar afecciones respiratorias, inflamaciones, heridas o quemaduras. El antirrino es una planta que no puede faltar en cualquier jardín o balcón que quiera llenarse de color y vida.