El árbol de acebo, nombrado y conocido también como cardón o cardonera en diversas partes del mundo, es un arbusto o árbol pequeño que, pese a poseer un crecimiento lento, puede alcanzar un aproximado de 10 a 15m de altura.
Puede tener una vida prolongada por más de un siglo. Su nombre en la comunidad científica es Ilex Aquifolium y pertenece a la familia de los Aquifoliaceae.
Descripción botánica
Esta especie es conocida por sus hojas perennes (permanecen con vida a lo largo del año), de un oscuro llamativo y brillante color verde, de textura gruesa y fortificada y con los bordes lisos o espinosos.
Las hojas más cercanas a la tierra suelen ser más espinosas que las encontradas en la parte superior, esto de manera protectora, le otorga posibilidades de resguardarse de posibles animales herbívoros que merodeen por la zona.
De igual forma, es importante destacar la constancia que tienen sus hojas, estas permiten que seamos capaces de apreciarlas durante todos los meses, sin que exista cambio radical en ellas. Se recomienda ubicar esta planta en exteriores, en donde pueda desarrollarse con bastante comodidad.
Sus flores pequeñas y con tonos claros, pueden apreciarse fácilmente entre los meses de abril hasta julio.
Los frutos del acebo tienen una particularidad llamativa gracias a su rojo intenso, estos aparecen en otoño, subsisten durante todo el invierno y tienen un tamaño aproximado 1 cm de diámetro.
En su interior, consiguen llevar de 1 a 5 semillas que se pueden observar sólo en los ejemplares femeninos, esta particularidad nos obliga a establecer un ejemplar masculino para garantizar la polinización de las flores y así poder engendrar los frutos.
Las ramas más longevas en conjunto con su corteza, presentan un color grisáceo particular, no obstante, en las ramas más jóvenes, el color verde brillante persiste.
Origen
La planta de Acebo, se caracteriza por ser un arbusto con presencia frecuente y crecimiento de manera espontánea en el continente asiático, Europa y el norte de África. Debido su origen es posible encontrarla en matorrales oscuros, zonas montañosas y bosques que tengan un aproximado de 1.500 metros de altura.
En la actualidad, el Acebo es una especie que se encuentra dentro de las especies incluidas en el ámbito de protección ambiental, por este motivo está terminantemente prohibido romper, maltratar o arrancar las plantas que crezcan de manera espontáneas en los bosques.
Usos en la medicina natural
Dentro del ambiente medicinal, el Acebo ha sido conocido desde la antigüedad como una planta con amplio uso principalmente para el sistema digestivo.
La infusión de sus hojas, solía utilizarse en tiempos históricos como laxante o diurético y sus frutos, redondos y llamativos, se encargaban de cumplir el rol de purgantes o agentes vomitivos.
Hoy en día, el uso medicinal de esta planta está restringido en gran medida debido a la peligrosidad que en ella radica.
La ingesta de 7 a 20 bayas, por desgracia, puede ser mortal para la persona que decida consumirlas. No obstante, pese al peligro inminente que lleva su ingesta indiscriminada, sus hojas suelen cocinarse para tratar enfermedades como el reumatismo, diarreas, fiebres o gripes.
Usos en la decoración
Como arbusto emblemático, querido y conocido dentro de la jardinería y su uso doméstico, el Acebo posee, por su singular belleza en las hojas y frutos, una grata participación dentro de estos ámbitos.
La planta del acebo es utilizada en épocas decembrinas como adorno en diversidad de casas alrededor del mundo. Su origen radica en la tradición existente en el norte y centro de Europa que, por tener frutos en esa época, se utilizaba como adorno en el interior y exterior de los hogares.
Posteriormente, esta práctica se amplió a mediados del siglo XX, hasta alcanzar a otros países. Y desde ese momento, ha permanecido arraigada a las costumbres y tradiciones de muchos pueblos.
Dentro de su versatilidad en la práctica de la decoración, el Acebo puede ser utilizado como centro de mesa, corona, plantas en el interior (macetas) y decoración de puertas o ventanas.
Cuidados básicos de la planta de Acebo
Esta emblemática planta, tiene la peculiaridad de no poseer grandes actividades específicas para lograr cuidarlo de manera apropiada. El acebo, conocido por su perennidad, es tratado por la facilidad que existe a la hora de cultivarlo.
Sólo basta con poseer un suelo fértil, de preferencia ligeramente ácida y que no retenga mucha humedad.
También es importante que el ambiente en donde se desarrollará, no esté tan expuesto a los rayos del sol.
El acebo es resistente al frío, gracias a ello suele ser suficiente con abonarlo una vez al año con un fertilizante de preferencia orgánico que, por sus características, le darán los nutrientes necesarios para crecer y formarse de manera apropiada.
Mediante la poda de sus hojas, se puede llegar a moldear cualquier tipo de forma. Esto es aprovechado en la jardinería puesto que es una planta que logra rebrotar en poco tiempo y con gran facilidad.
Riego
El riego es una actividad importante tanto para cuidar el acebo como todas las plantas. En el caso de la especie que hoy nos compete, los riegos deben realizarse regularmente.
Cada dos o tres días en los meses de verano y una vez a la semana el resto del año. Es recomendable que el agua se aplique directamente al sustrato evitando de esta manera mojar los frutos y el follaje.
Poda
La poda en las plantas de Acebo debe realizarse durante el otoño o el invierno. Esta actividad se ejecuta principalmente para eliminar partes enfermas de la planta o que ya hayan cumplido su período de vida. Las herramientas utilizadas para este fin, deben estar perfectamente desinfectadas y en óptimas condiciones.
Anímate y con nuestras recomendaciones disfruta de esta representativa planta en tu hogar, recuerda que el árbol de Acebo es utilizado para ambientar la época decembrina.