Los cactus son muy ornamentales y se adquieren a un costo muy accesible; por ello, generalmente, las personas compran más de una planta, y con frecuencia vuelven al vivero de vez en cuando, para ver si han adquirido uno nuevo.
Quizás esto se pueda convertir en algo compulsivo, pero en todo caso, ese vicio le servirá a la persona para conocer más sobre esas plantas y sus cuidados. Sin embargo, primero se debe saber cómo seleccionar el mejor receptáculo para su cactus.
Tipos de macetas
Existen diferentes tipos de macetas para sembrar cactus, pero las más convencionales son las de plástico y barro, aunque existen más sofisticadas en arcilla o cerámica.
Maceta de Plástico
Son baratas, livianas y muy duraderas. El único inconveniente es que, al pasar el tiempo, y por la incidencia del sol, se debilita el material. Son la mejor alternativa si se piensa en una colección de cactus.
Maceta de Barro
Presentan una gran resistencia y belleza. Tienen el peso requerido para tolerar el viento, lo que es de gran importancia si se vive en zonas donde hay muchas corrientes de aire. Adicionalmente, a los cactus le son muy útiles, pues al ser de un material rugoso, las raíces se enraízan fácilmente. El único problema es que, si se caen, se fracturan instantáneamente.
Consideraciones preliminares
La maceta se debe elegir adecuadamente porque si el cactus está sembrado en una inapropiada sus raíces se pueden podrir. Al momento de haber crecido demasiado, se debe transportar a una maceta más grande. Es del conocimiento común que los cactus pueden pasar prolongados períodos sin ser regados, en vista de que pueden retener lo que requieren en su interior. Este tipo de plantas, que pertenecen a la familia de las suculentas, se han adaptado para subsistir a nivel mundial con diferentes cantidades de agua.
Existen diversas formas de cactus, por ejemplo, los de las regiones desérticas son robustos y espinosos, en tanto que los que se desarrollan en áreas selváticas son aplanados, delgados y carentes de púas. Inclusive se pueden hallar especies que presentan hojas. Para su sembrado en interiores se debe conocer qué macetas son las más adecuadas para estas plantas, donde puedan desarrollarse mejor y mantenerse vivas en el hogar o la oficina.
La selección de la maceta
Para elegir y comprar la maceta se debe tener en cuenta el tamaño del cactus o de la planta suculenta, y proveerla de un suelo básico para su existencia. Como se había señalado, las macetas de arcilla son una buena elección para sembrar cactus, al igual que las macetas de cerámica.
Una estrategia cuando la planta es muy pesada es colocar una maceta más reducida dentro de otra de mayor volumen y rellenar el espacio entre ambas con pequeñas piedras, de esta manera se forma una base con el peso suficiente para soportar el cactus, sin el temor de que las raíces se dañen.
Los cactus requieren macetas pequeñas; lo más conveniente es encontrar macetas que presenten el tamaño justo adaptado a la planta. Además, los huecos que traen las macetas en el fondo no brindan el drenaje adecuado; por ello se deben abrir orificios adicionales.
¿Cómo elegir la maceta correcta?
• Elija una maceta pequeña y fíjese que esté provista de agujeros suficiente en el fondo para el drenaje.
• Rellene la maceta hasta cerca de un tercio de su capacidad, con grava o con un material parecido.
• Presente la planta al centro de la maceta, y colme el espacio vacío entre la planta y la maceta con tierra para sembrar, de manera que recubra las raíces, y agite la maceta de manera que la tierra se afirme; luego debe regala para que comience el cactus a alimentarse.