El Cercis siliquastrum L., conocido comúnmente como Árbol del amor, Árbol de Judas, Ciclamor, Algarrobo loco, Árbol de Judea, Navadni jadikovec, Lilo Rosado, Hoja de estanque, es una especie arbórea que pertenece a la familia de las leguminosas (Fabaceae). Este árbol caducifolio de pequeña talla, que usualmente alcanza una altura de entre 4 y 6 metros, es apreciado tanto por su belleza ornamental como por su significado cultural e histórico.
La singularidad del Cercis siliquastrum L. comienza con su tronco y corteza: en su juventud presenta una madera lisa y clara, que con el paso del tiempo se torna tortuosa y oscura, dotando al árbol de un aspecto majestuoso y robusto. La copa del árbol es abierta e irregular, lo que le confiere una silueta distintiva en el paisaje.
Las hojas del árbol del amor son simples, alternas y glabras, con una forma que varía de redondeada a cordiforme, midiendo de 7 a 11 cm de longitud. Su color es un verde claro en el haz y un tono ligeramente glauco en el envés, con una inervación palmeada que destaca su estructura. En la primavera, las hojas jóvenes pueden presentar una tonalidad rosada, emergiendo tardíamente en abril y añadiendo un toque de color al entorno natural.
La floración del Cercis siliquastrum L. es uno de sus rasgos más espectaculares. Las flores, de una corola papilionácea de color rosa-lila o blanca, son hermafroditas y miden 1-2 cm de longitud. Aparecen en racimos de tres a seis flores antes que las hojas, en marzo-abril, brotando directamente de las ramas y del tronco, un fenómeno conocido como caulifloria. Esta característica no solo es fascinante desde un punto de vista botánico, sino que también proporciona un espectáculo visual impresionante cuando el árbol se cubre de flores.
Los frutos del árbol del amor son legumbres indehiscentes con una estrecha ala ventral, que cambian de color rojizo a marrón oscuro según su grado de maduración. Son colgantes y muy numerosas, midiendo unos 6-10 cm por 1,5 cm. Estos frutos maduran en julio y pueden permanecer en el árbol hasta la siguiente floración, ofreciendo un atractivo visual adicional durante el invierno.
El Cercis siliquastrum L. es nativo de la zona norte y este del Mediterráneo, desde Francia hasta Oriente Próximo. Se ha introducido en diversas regiones, incluyendo Europa Central, la Península Ibérica, África tropical y Norteamérica. En la Península Ibérica, se comporta como una especie exótica introducida, y en algunos casos, puede competir por el hábitat con las especies autóctonas.
Este árbol prefiere terrenos calcáreos, aunque puede tolerar suelos moderadamente ácidos. Resiste el frío hasta -10 °C, pero no las heladas prolongadas. Es resistente a la sequía y no tolera el encharcamiento del suelo, lo que lo hace adecuado para climas mediterráneos y similares.
En cuanto a su historia y cultura, el árbol del amor tiene una rica simbología. Se le asocia con la leyenda de que Judas Iscariote se ahorcó en uno de estos árboles, lo que le da su nombre común de "árbol de Judas". Además, su floración rosa y hojas en forma de corazón han inspirado su otro nombre común, "árbol del amor".
En resumen, el Cercis siliquastrum L. es un árbol con una notable presencia estética y una profunda conexión con la historia y la cultura mediterránea. Su adaptabilidad y resistencia lo convierten en una opción popular para jardines y paisajes urbanos, donde su floración anual es esperada con entusiasmo por los amantes de la naturaleza.
