La adelfa, también conocida como laurel de flor, perteneciente al género nerium, de la familia apocynaceae. Es nativa del norte de África y del este del Mediterráneo; posee preciosas flores de gran tamaño y se desarrolla de forma sencilla.
Esta planta destaca por su resistencia, rápido crecimiento, fácil mantenimiento, pero en especial, por lo peligrosa que es, siendo considerada la más venenosa del mundo. A pesar de que todas las partes de la planta son tóxicas al ser ingeridas, la adelfa es muy apreciada por sus bellas flores.
Características de la Adelfa Blanca
Se trata de un arbusto de crecimiento rápido y densa ramificación, que puede llegar a alcanzar los seis metros de altura y los tres metros de ancho. Sus hojas se presentan en pares o espirales de tres, gruesas y resistentes. Hay variedades con flores tanto individuales como dobles.
Posee además una corteza gris y marrón, así como hojas de color verde oscuro. Sus flores se caracterizan por tener una fragancia muy intensa y vistosos colores, que puede ir desde los tonos blancos, rojos y hasta amarillos. Su cáliz es más o menos rojizo, con lóbulos lanceolados y pelos glandulares en su cara interna. La corola es usualmente rosada, y los estambres glabros, con filamentos rectos y con anteras en forma de flecha.
Cuidados Básicos de la Adelfa blanca
A pesar de ser una planta toxica, nadie impide su cultivo, pues usualmente es plantada como cerca viva de decoración en áreas verdes o jardines, solo se deben tomar precauciones en el caso de tenerlas en casa. Debido a su sencillo mantenimiento, la adelfa no requiere de cuidados minuciosos más allá de estar al pendiente de su riego, cerciorarse de que se adapte a la temperatura, al clima y que el terreno donde sea sembrado posea un buen drenaje.
Se puede podar de forma fácil, para eliminar las ramas muertas y dar paso a la floración, además en temporadas de calor debe ser abonada con fertilizante mineral. Por lo demás, es un arbusto que no requiere mucha atención, por tal motivo es el favorito de los novatos.
Cultivo
La adelfa es una especie muy rústica que se adapta a todo tipo de suelos, siendo el más indicado aquel que contenga una buena base de calizas, pH básico por encima de 7 y buen drenaje. Para garantizar una buena floración es recomendable el aporte de material orgánico con regularidad. Las épocas más recomendadas para su cultivo son otoño y primavera. A partir de la primavera y durante todo el verano, la adelfa se abona cada dos semanas utilizando un fertilizante líquido que ha de ser diluido en el agua de riego. Durante el período otoño e invierno los abonos deben ser suspendidos
Cuando tenemos esta planta dentro de casa, es muy importante mantener esta planta fuera del alcance de los niños, ya que si se ingieren sus frutos pueden llegar a darse casos de intoxicación que conduzcan a la muerte.
Riego
El riego debe adaptarse a la temperatura y clima del momento. Dependiendo de la estación del año, la adelfa tendrá necesidades distintas. Poseen una resistencia a la sequía, por lo tanto, durante los meses de mayor humedad puede regarse cada diez días de ser necesario.
Para conservar un buen aspecto, se recomiendan riegos con más frecuencia en verano, aproximadamente cada cinco días. Mientras tanto, en invierno o periodos de lluvia, pueden anularse por completo, ya que con el agua de lluvia de estas épocas es suficiente.
