El Prunus Avium conocido popularmente como árbol de cerezo es una planta frutal que puede vivir durante cien años, algunos logran alcanzar hasta los veinticinco metros de altura. Este árbol perteneciente a la familia rosácea muy resistente al frío y a la sequía comienza a producir sus frutos a partir del segundo año. En la actualidad algunas especies son ampliamente cultivadas en Europa y Asia Occidental debido a sus propiedades medicinales y usos en la gastronomía.
El árbol de cerezo se caracteriza por poseer un tronco liso de color marrón con tonos rojizos y placas que se agrietan al pasar del tiempo, además de hojas ovaladas de bordes irregulares y color verde intenso que se convierten en anaranjadas al llegar el otoño. Contiene flores blancas que florecen antes o durante el nacimiento de las hojas en los meses de de abril a mayo y un fruto en dos versiones ácida y dulce dependiendo de la especie.
Existen diferentes tipos de cerezos entre los más conocidos y cultivados en España están: el cerezo del Valle del Jerte cuyo fruto es uno de los más dulces; el cerezo Santa Lucía no logra sobrepasar los diez metros de altura, destacándose por su tronco llamativo de color gris; el cerezo Guindo cuya cereza es de color verde oscuro y el cerezo Loro de gran belleza produce un fruto difícil de comer debido a su fuerte acidez.
Cultivo y cuidados del cerezo.
Cultivo. El cerezo aunque se adapta fácilmente a diferentes tipos de terrenos se desarrolla mejor en suelos húmedos y previamente preparados con abono. Se recomienda plantarlos en un lugar con suficiente luz solar independientemente de ser resistentes a temperaturas de hasta -20 °C., requieren un mínimo de seis horas al día de pleno sol.
Riego. Este árbol requiere de riego constante con poco agua para evitar que la fruta se agriete y se rompa por exceso de agua o se seque a consecuencia de la falta de riego.
Abono. Se recomienda abonar a principios de primavera cuando el árbol comience a dar flores y hacerlo nuevamente en otoño preferiblemente con abonos ricos en fósforo que facilitan el crecimiento de las raíces.
Poda. Una poda ligera en otoño antes de que caigan las hojas.
Reproducción. Esta planta se reproduce a través de una rama de cerezo que se siembra en una maceta hasta esperar que broten y se expandan las raíces para proceder a trasplantarla. En caso de reproducción por semillas se procede a secarlas para posteriormente colocarlas en un recipiente que se riega para mantener la humedad de la tierra hasta que las semillas comiencen a brotar.
Propiedades y beneficios. Las cerezas contienen sustancias como: La Melatonina un antioxidante que ayuda a disminuir la inflamación, prevenir el cáncer y conciliar el sueño; antocianinas y bioflavonoides útiles en el tratamiento de artritis, además son ricas en hierro, calcio, fósforo, vitaminas A, C y K., que ayudan a mantener la presión arterial, una vista saludable y el buen funcionamiento del sistema circulatorio.
Plagas. Esta planta no está exenta de ser atacada por la mosca de la cereza, ácaros, pulgón negro del cerezo que dañan sus frutos o por aves que deterioran y se llevan los frutos si el árbol no se cubre con una red que lo proteja.
Esta planta perdurable en el tiempo por su resistencia a cambios climáticos y fácil adaptación a todo tipo de suelo e inclusive a periodos de sequía cualidades que hacen del cerezo un árbol que le va a proporcionar cien años de delicia frutal.