La Galactites tomentosus Moench, comúnmente conocida como Cardota, es una especie que pertenece a la familia Asteraceae y se encuentra ampliamente distribuida en la región mediterránea. Esta planta herbácea anual se caracteriza por su notable resistencia y capacidad de adaptación a diversos ambientes, lo que le permite prosperar en una variedad de hábitats, desde pastizales hasta huertas abandonadas y márgenes de caminos.
La planta puede alcanzar una altura de entre 20 y 150 cm y se desarrolla a partir de una raíz tuberosa larga y gruesa. El tallo, que emerge de esta robusta raíz, es erecto y puede variar en su grado de ramificación. Está recubierto, en mayor o menor medida, de un tomento algodonoso que le confiere una textura particular y una apariencia blanquecina distintiva.
Las hojas de la Galactites tomentosus son igualmente interesantes. Las inferiores, que tienden a caerse con el tiempo, forman una roseta basal y pueden medir hasta 50 cm de largo. Son pecioladas, inversamente lanceoladas y presentan bordes finamente aserrados. Las hojas caulinares, por otro lado, son más pequeñas, de entre 5 y 20 cm, y se distribuyen de manera alterna a lo largo del tallo. Estas son sésiles y profundamente divididas, con lóbulos terminados en espinas amarillentas y agudas.
La superficie de las hojas es otro rasgo distintivo. La haz es lisa y de un verde brillante con manchas irregulares de un tono blanquecino verdoso, mientras que el envés muestra una venación prominente y está cubierto por un ligero tomento blanquecino. Además, en el punto donde la hoja se une al tallo, se forma una decurrencia espinosa que parece una extensión alada del tallo mismo.
Las flores de la Galactites tomentosus son tan llamativas como el resto de la planta. Se agrupan en capítulos semiglobosos de unos 3-4 cm de diámetro, que pueden aparecer solos o en cimas corimbosas. Estas flores, de un color lila o púrpura y finamente tubulares, emanan un aroma sutil y están diseñadas para atraer a los insectos polinizadores. Las flores exteriores son estériles y de colores más intensos, cumpliendo la función de señuelo visual para los polinizadores.
El fruto de la planta es un aquenio negruzco, de unos 2-4 cm de longitud, glabro y estriado, coronado por un vilano plumoso blanco que facilita su dispersión por el viento. Este mecanismo de dispersión es esencial para la propagación de la especie en su entorno natural.
En cuanto a su hábitat, la Galactites tomentosus es una especie de origen mediterráneo que se ha adaptado bien a las Islas Canarias, donde es común en zonas de baja y media altitud. A menudo se comporta como una planta invasora, capaz de ocupar grandes extensiones de terreno y desplazar a las especies autóctonas.
La floración de esta planta ocurre principalmente en primavera y verano, y su reproducción se lleva a cabo a través de semillas. En algunas regiones, como Gran Canaria, las flores se utilizan tradicionalmente como cuajaleche en la elaboración de quesos de flor, aunque también se emplean flores de otros cardos para este propósito.
La Galactites tomentosus es, por tanto, una planta de gran interés tanto por su morfología como por su utilidad y adaptabilidad. Su presencia en el paisaje mediterráneo y canario es un testimonio de la diversidad y riqueza de estas regiones, así como de la compleja interacción entre las especies y su entorno.
