La Gardenia, es un arbusto muy ramificado de hojas siempre verdes, originario del sur de china, pertenece a la familia de las Rubiáceas. En la actualidad existen muchas variedades de especies entre las cuales se encuentran: Fortunei; Radicans; Florepens; Latifolia, siendo la más común de este género la Gardenia Jasminoides. Estas plantas que en condiciones óptimas de cultivo no logran sobrepasar los dos metros de altura son prácticas de mantener en espacios interiores y exteriores.
Este arbusto se caracteriza por sus hojas lanceoladas de color verde intenso que se presentan formando pares opuestos respecto al tallo y por sus flores compuestas de cinco a doce pétalos de color blanco crema que florecen dos veces al año específicamente en mayo y junio y son poseedoras de una fuerte fragancia ampliamente utilizada en la elaboración de perfumes.
En caso de tener la Gardenia dentro de casa trata de ubicarla en la terraza, balcón o cerca de una ventana por tratarse de plantas que requieren de mucha luminosidad, si por el contrario la mantienes en el jardín debes procurar situarla en un lugar a media sombra, toma en cuenta que es un arbusto de climas cálidos que no tolera las heladas por lo que se recomienda cultivarlo en el interior en zonas donde el invierno sea bastante severo.
Cultivo. Las Gardenias se pueden cultivar tanto en macetas como en el jardín de su casa, por tratarse de una planta acidófila se recomienda plantarlas en un sustrato ácido compuesto de una mezcla de turba, arena, materia orgánica, corteza fermentada y con un alto contenido de hierro y baja concentración de sales solubles ya que no tolera la salinidad.
Estos arbustos requieren mucha cantidad de luz para su desarrollo pero debes evitar exponerlos al sol directo de la mañana, además son sensibles a las temperaturas muy frías por lo que se recomienda mantenerlos protegidos en casos de inviernos muy prolongados. Es importante tener en cuenta que las temperaturas frescas durante la noche facilitan el crecimiento de sus flores y las muy elevadas impiden el desarrollo de los botones florales.
Riego. La Gardenia para crecer necesita que la tierra se mantenga húmeda y con buen drenaje ya que no tolera los encharcamientos, se recomienda regar moderadamente de tres a cuatro veces por semana en primavera y verano y en temporada de invierno por lo menos una vez cada semana evitando mojar sus hojas y flores. Es importante tener en cuenta que la falta de riego puede causar la caída de botones florales.
Abono. Se recomienda utilizar abonos específicos para plantas acidófilas los cuales contienen los nutrientes suficientes para un óptimo desarrollo, especialmente en los periodos de crecimiento y floración que es cuando la planta requiere más minerales, lo más conveniente es abonar al menos una vez al mes durante primavera y verano.
Poda. Por tratarse de un arbusto bastante ramificado se recomienda una poda de mantenimiento para eliminar ramas secas, rotas, flores y frutos pasados o aquellas partes de la planta que se encuentren en mal estado o afectadas de plagas, adicionalmente se debe podar a mediados de verano cuando termina la floración con el objetivo de fomentar una ramificación mayor y el incremento del número de flores durante el otoño.
Reproducción. La Gardenia es una planta que se propaga a través de la siembra de semillas donde un pequeño porcentaje alcanza la germinación o por medio de esquejes que se introducen a poca profundidad en macetas preparadas con un sustrato de arena, turba, musgo y perlita con un pH inferior a 5, se riegan asegurando un ambiente húmedo y se mantienen en ambientes cálidos y bien iluminados hasta que logren desarrollar sus raíces, momento en cual procederá a plantarlos individualmente en el lugar que haya escogido para ello.
En caso de no contar con suficiente tiempo para dedicarse a la propagación, puede recurrir a comprar una planta ya desarrollada en su vivero de confianza, tomando en cuenta que la reproducción mediante esquejes puede tardar entre uno a dos años para alcanzar la madurez floral.
Plagas. Las Gardenias suelen ser afectadas por el ataque de pulgones, arañas rojas o por cochinillas que se depositan en las hojas y tallos. Estás plagas se observan a través de manchas amarillas o blancas que ocasionan ciertos daños a la planta, también puede ser infectada por nematodos que producen nudos en las raíces impidiendo su normal crecimiento.
Esta planta ornamental de hojas lanceoladas que se mantienen siempre verde son prácticas de mantener en espacios interiores y exteriores, cuenta además con flores hermosas de color blanco crema que crecen solitarias o dobles, florecen dos veces al año y se destacan por su intenso aroma muy parecido al del jazmín que hacen de la Gardenia, una flor para perfumar tus espacios.
