La Helichrysum stoechas, conocida comúnmente como siempreviva, manzanilla bastarda o perpetua, es una especie botánica que pertenece a la familia Asteraceae. Esta planta perenne aromática se destaca por su resistencia y su capacidad para prosperar en ambientes secos y rocosos. Su presencia es notable en los parques naturales del noreste de Portugal y puede encontrarse en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1.550 metros sobre el nivel del mar.
La siempreviva posee tallos frondosos y grisáceos que pueden alcanzar hasta 70 cm de altura. Estos tallos, al ser frotados, desprenden un intenso aroma característico de la planta. Las hojas de la Helichrysum stoechas son inermes, angostas y lineares o lineares-espatuladas, con un color verde grisáceo y bordes revolutos. La superficie de las hojas y flores está cubierta por un indumento lanoso denso, compuesto por tricomas glandulares y no glandulares. Los tricomas glandulares son responsables de la secreción de aceites esenciales, siendo el α-pineno el principal componente de estos aceites.
Las flores de la Helichrysum stoechas son de un vibrante color amarillo y se presentan en capítulos reunidos en glomérulos terminales. La floración ocurre principalmente entre junio y septiembre, aunque en algunas regiones puede comenzar desde febrero. Las brácteas que acompañan a las flores tienen tonalidades que varían del verde-amarillento al anaranjado, lo que añade un atractivo visual adicional a la planta.
Desde el punto de vista medicinal, la Helichrysum stoechas ha sido valorada por sus propiedades febrífugas y expectorantes. Tradicionalmente, se ha utilizado en infusión para aliviar la fiebre y como expectorante. Además, se ha empleado en baños calientes de pies para inducir la menstruación. Sin embargo, su uso principal en la actualidad es ornamental, y es frecuentemente cultivada en jardines por su belleza y por la capacidad de complementar otras especies florales.
El cultivo de la Helichrysum stoechas requiere consideración de su hábitat natural. Prefiere suelos bien drenados y exposición plena al sol, condiciones que imitan su entorno mediterráneo nativo. A pesar de su preferencia por los climas secos, la planta es adaptable y puede tolerar períodos cortos de humedad si el drenaje es adecuado.
En resumen, la Helichrysum stoechas es una planta con una rica historia y un futuro prometedor en la horticultura ornamental. Su capacidad para adaptarse a diversos entornos, junto con su belleza natural y sus propiedades medicinales, la convierten en una especie valiosa y digna de aprecio y estudio. Con su cuidado adecuado y respeto por su origen y características, la siempreviva puede seguir floreciendo y embelleciendo jardines y espacios naturales por muchos años más.
