Es una planta de familia labiatae, nativa de Europa. Hoy en día la puedes encontrar en Asia y América del Norte. Crece en lugares húmedos como los ríos. Florece a finales de Mayo. Abundan a finales de Junio y continúan floreciendo hasta Septiembre. Luego del periodo de floración, las flores se reemplazan por capsulas de semillas abiertas.
Esta hierba crece horizontalmente en orillas de ríos, pantanos, prados y riberas, tierras de cultivos y de desechos. Puede propagarse en forma vegetativa y en superficies de agua como arroyos y ríos, por la corriente de agua. Así, como en estanques, siempre en lugares iluminados por el sol.
La Betónica Palustre, la puedes encontrar en países como Gran Bretaña e Irlanda, Suecia y el centro de Europa. Así, como otros países asiáticos y africanos.
Se caracteriza por tener flores son color rosa o purpura. Y están agrupadas como espigas. Sus flores son rojizas. Ellas atraen abejas y otros insectos de los que se obtiene el néctar. Tiene un olor desagradable, emanado por sus hojas al ser frotadas. Sus frutos son de color negro. Puede estar en lugares soleados o con media sombra. No soporta los inviernos. Crece en suelos arenosos con humedad.
La Betónica Palustre, como también es conocida, es una planta herbácea silvestre que tiene propiedades sedativas y cicatrizantes. Es espasmolítico y emenagogo. Es un buen complemento dietético el sistema cardiocirculatorio, y funciona también en el aparato digestivo. Con ella, tratas la hipertensión moderada, alivias las menstruaciones dolorosas.
Con ella, puedes vendar tu herida que se te cauteriza con su efecto hipotensor con efecto vulnerario. También, puedes hacer pomadas y compresas. Cuando la administras por vía interina, funciona para aliviar calambres y dolores en articulaciones. Puedes controlar la diarrea y la disentería. De ella, puedes usar las flores y hojas de stachys palustrys.
Para su recolección, debes hacerla a mitad de verano y cuando empiezas su floración. Farmacológicamente, funciona como vulnerario, antiséptico, antiespasmódico y astringente.
Puedes consumirla vía interna, con infusiones y tinturas. Y por vía externa, con pomadas y compresas. Para realizar la infusión, colocar una cucharadita de hierba seca en una taza de agua hirviendo durante quince minutos por tres veces al día.
Para la tintura, debes tomar dos mililitros de tintura tres veces al día.
Puedes usarla como un baño, tomando medio litro de infusión o decocción. Combinándolo con otras plantas como flores de espliego, toronjil, flores de sauco y hojas de romero. Te proporcionara un sueño tranquilo y reparador, añadiéndole valeriana, flor de tilo y lúpulo al agua del baño.
Para los niños con problemas de sueño por la dentición de los bebés, usa la manzanilla o flor de tilo para sus baños. Para la fiebre y problemas circulatorios, usa hierbas estimulantes y diaforéticas como la cayena, Eupatorium perfoliatum, jengibre o milenrama.
Par realizar ungüentos que se usaran como tratamientos vía externa, debes ayudarte con la flor de árnica la alsine, la raíz de consuelda, el pepino, la flor de saúco, eucalipto, hidrastis del Canadá, el pie de león, la flor de maravilla, la raíz de malvavisco, el llantén, la corteza del Ulmus fidva, la milenrama y Betónica palustre. Para ello, unes todo y usaras dos cucharadas de hierba fusionada en doscientos gramos de vaselina, todo eso lo hierbes a fuego lento durante diez minutos. Puedes añadirle sesenta gramos de flor de maravilla. Luego dejas enfriar, y los usas.
Otra forma de hacer un preparado, es realizando supositorios. Porque suavizan las mucosas, reducen las inflamaciones y te ayudan en tu proceso curativo. Con ayuda de otras hierbas como la raíz y hojas de consuelda, la raíz del malvavisco y del hidrastis de Canadá y la corteza del Ulmus filva.
Es un buen astringente, para tratar las hemorroides, con la ayuda de la vincapervinca mayor, la celidonia menor, la hamamelis o romaza crespa. También, estimula el intestino, ayudándote con el estreñimiento crónico, por lo que se considera un laxante antimicrobiano. Es importante, tomar en cuenta que todas esas hierbas debes volverlas un polvillo. De manera que usas la hierba pulverizada, la mezclas con manteca de cacao, o glicerina o gelatina.
Dejas remojando la gelatina, la glicerina o la manteca de cacao, en agua hirviendo a fuego lento, y le añades las hierbas pulverizadas. Puedes añadirle linaza, harina de avena, semilla de membrillo.
También puedes hacer compresas para acelerar el proceso curativo. Puedes usar lino, gasa, algodón hidrófilo o algodón normal. Lo dejas en remojo en una infusión o decocción caliente. Y lo exprimes, dejas enfriar un poco, y lo colocas en la zona afectada, cubriéndolo con un plástico o papel encerado
Para elaborar cataplasmas, puedes usar las hierbas secas o frescas con las hojas y las raíces machacadas, directamente sobre la piel o sobre una gasa. Con ello, elaboras una pasta a la que le colocas agua caliente, y la aplicas con una pequeña cantidad de aceite. Puedes mezclar la harina con el agua para elaborar una especie de papilla, que te colocarás en el lugar afectado, con la ayuda de una franela fina o muselina vieja.
Para la elaboración de aceites esenciales puros, tienes que extraer de la hierba su aceite. Realizando un proceso de destilación. Otra forma, es preparando una infusión de la hierba en agua, macerando en aceite de girasol, oliva, almendras, el que gustes.
Para ello, debes corta la hierba y dejarla macerar en lugar cálido por tres o seis semanas, debes removerlo a diario, llegará a tener un color rojo brillante. Con ello, puedes hacerte masajes y curar quemaduras de sol y heridas.
Cuando usas la hierba combinada con la flor que apenas se abre, trituras todo en una cucharadita de aceite de oliva, y lo tomas en dosis pequeñas.
