También conocida como magnolia común, es una planta de exterior muy hermosa y vistosa, nativa de américa del norte y considerada una flor elegante gracias al color verde intenso de sus hojas, y el espectacular color blanco en su flor central que en casos escasos puede ser color rosa.
Pertenece a la familia magnoliaceae, suele ser común en los panoramas ornamentales debido a su llamativo. Es una planta que vale la pena tener en el jardín, además sus hojas se mantienen intactas en invierno gracias a que es perennifolia.
Características: Es una planta que puede superar los 35 metros de altura si se le permite crecer con libertad, sus tallos tienen una corteza levemente grisácea que tal vez sea lisa o agrietada. Sus hojas son simples de un verde oscuro incomparable. Sus hermosas flores poseen un perfume que se percibe a distancia, son de un tamaño considerable que incluso pueden superar a las hojas, el color típico de la magnolia es el blanco aunque en algunos casos se encuentran algunas con tonos de color rosa. Sus pétalos crecen en pares, son algo duros y en ocasiones gruesos pero juntos forman una hermosa flor hermafrodita que mide de 15 a 30 centímetros de diámetro. Sin duda alguna, son toda una especie única, elegante y digna de admirar.
Cultivo: La magnolia prefiere lugares frescos, que no sean ni muy calientes ni muy fríos, debe plantarse en la sombra donde solo le lleguen escasos rayos del sol pero tampoco puede ser una zona muy húmeda debido a que no es del agrado de la planta. Es necesario que el suelo donde sea plantada tenga un pH ligeramente acido, ya que en otros suelos tiene dificultad para desarrollarse debido a la falta de hierro. Lo adecuado es sembrarla en temporada de otoño, para que logre el proceso de enraizamiento antes del invierno. Requiere de riegos regulares de cada 2 a 3 días en época de verano y de 3 a 4 días el resto del año, preferiblemente que el agua que se use para el riego sea de lluvia o con una composición bastante acida. Es común que en algunos lugares le agreguen gotas de limón al agua. No es necesaria que sea podada, con quitarle algunas ramas de vez en cuando es más que suficiente. Su abonado será con fertilizantes orgánicos o de plantas acidofilas que se usaran en pequeñas cantidades cada cierto tiempo, para evitar ocasionar un daño a la magnolia.
Cuidados: Las magnolias no son plantas realmente exigentes, puede cultivarse sin la necesidad de intervención humana pero en algunos casos hay que tomar algunas precauciones en cuenta al momento de sembrarlas en el jardín, como un lugar amplio y espacioso para crecer. Hay que cuidarlas de las heladas, ya se mencionó que no se le dan muy bien los climas fuertes. No se recomienda que este durante largos periodos en exposición al sol, puede causarle daños. Si se quiere lograr un mejor resultado al momento de obtener los ejemplares, de vez en cuando se puede abonar con humus de lombriz, con certeza se desarrollara con muchos más nutrientes. La magnolia debería estar presente en todos los hogares, mostrando su belleza.
