En gran parte de los paisajes del área del mediterráneo vemos al olivo como factor permanente. Cuando nos referimos a esta planta tendemos a imaginarnos voluminosos árboles antiguos, principalmente en los campos de la agricultura y jardinería ornamental.
No obstante, los olivos se siembran sin ninguna dificultad en macetas dentro de espacios cerrados y pequeños. Incluso, existen coleccionistas que los cultiva con la técnica del bonsái.
Cuidados generales del olivo
Es una planta que requiere gran cantidad de luz solar directa, por ello se debe colocar en un lugar donde la reciba. Pertenece a los climas calurosos, sobre todo en sus primeros años de vida. De acuerdo al clima puede mantenerse en exteriores como en interiores.
En cuanto al sustrato, no requiere una composición especial, lo que sí debe tener es un drenaje apropiado. Como abono se recomienda agregar fertilizante orgánico una vez al año.
Su riego debe ser escaso, aunque los olivos jóvenes deben regarse con más frecuencia.
Ubicación del olivo en maceta de acuerdo a clima
Como se había señalado, los olivos son plantas propias de climas calurosos con abundante sol; propiedad que conservan en maceta como en suelo. Para ubicarlos debes escoger un espacio soleado del jardín o del interior, cerca de una ventana o balcón, donde perciba el sol directo por varias horas.
El tipo de maceta apropiado es el de arcilla tamaño grande. Aunque es pesada, ese material facilita una conveniente transpiración, ayudando a que el sustrato no almacene mucha humedad. En caso de residir en clima frío, puedes escoger una maceta con ruedas, para proteger tu olivo dentro de la vivienda, pues esa planta no aguanta las heladas.
De esta manera, mantener el olivo en maceta en exteriores o interiores estará sujeto al clima local, pudiendo apelar a uno u otro lugar, o inclusive a una combinación de ambos de acuerdo a la época.
Tipo de sustrato en el olivo de maceta
Ni la composición del suelo ni sus nutrientes son mayor problema para estas plantas, pues están aclimatadas a áreas más o menos áridas. En la constitución del sustrato para esta planta, es suficiente con mezclar turba con grava o arena para hacerlo más suelto y optimizar el drenaje.
Igualmente, se puede lograr una textura más ligera y seca del sustrato utilizando fibra de coco. Sí se le agrega una pequeña cantidad de humus de lombriz, ayudará a enriquecer la mezcla con microorganismos nutrientes.
Existe una ventaja adicional, si se construye el lecho al fondo de la maceta, con grava gruesa o guijarros, pues contribuirá a que la tierra no se escape por las aberturas de drenaje, aparte de separar la humedad de las raíces.
Regado del olivo en maceta
En su etapa adulta los riegos deben ser reducidos. Vemos como es frecuente que los olivos maduros en exteriores, no se rieguen inclusive en climas donde son muy escasas las lluvias. No obstante, sí es necesario el riego habitual, pero sin excesos, en sus años iniciales.
Con esto se busca proporcionar a la planta joven cierta humedad con la que pueda tomar vigor, sin llegar a encharcarse, por cuanto puede podrir sus raíces u ocasionar que se infecte de hongos la planta.
Una estrategia para definir cada cuánto tiempo se debe regar un olivo de maceta, es aguardar a que se hayan secado los tres centímetros iniciales desde la superficie del sustrato.
Es sencillo abonar el olivo en maceta
Se había señalado que este árbol es muy poco exigente con los nutrientes, además no requiere de fertilizaciones continuas, principalmente si es un olivo ornamental sin producción. Abonarlo una vez anualmente es suficiente, agregándole abono orgánico de tipo ecológico a la tierra, comenzando el período de primavera.
Enfermedades y plagas frecuentes del olivo en maceta
Las plagas y enfermedades y más frecuentes en los olivos, bien sea de suelo o de maceta, son los que se señalan a continuación:
• Aceituna jabonosa o antractosis.
• Repilo.
• Tuberculosis del olivo.
• Mosca del olivo.
• Verticilosis.
• Cochinilla.