Estas flores que se corresponden homónimamente al género Rosa, tienen cerca de 350 especies reconocidas en la actualidad, con una profusa variedad y más de treinta mil cultivadas artificialmente.
Utilizando varios procesos de hibridación, los cultivares (cultivos artificiales) de Rosa, se originan principalmente de las especies:
Rosa moschata (Herrm.) - Rosa gallica (L.) - Rosa damascena (Mill.)
Rosa wichuraiana (Crep.) - Rosa california (Cham. & Schltdl.)
Rosa rugosa (Thunb.)
Las especies de este género pueden ser reconocidas popularmente como rosal, rosa (por la flor), escaramujo o tapaculo (por el fruto). Las rosas se cultivan básicamente por las atractivas flores que le brotan, son muy significativas en la jardinería, y muy reconocidas por ser las flores de ornamento más cotizadas.
Propiedades de las rosas
Plantas de aspectos muy variados conforman la familia de las rosáceas, cuyo tamaño oscila entre los 15 centímetros hasta plantas que logran los 12 m de altura llamadas trepadoras, con arbustos de todos los tamaños y figuras posibles.
Sus especies se identifican por el aspecto de arbusto que tienen. Con raíces fuertes y profundas, si bien en las plantas generadas por el método de estacas, esa característica se pierde (raíces pequeñas). Algunas veces, presentan un rizoma (tallo horizontal) superficial.
En la planta del Rosal el tallo es leñoso y puede finalizar en una flor; pueden ser de apariencia recta, o bien rastreros y hasta trepadores, normalmente, destaca diversas formaciones en su epidermis, como espinas.
Las ramas tienen consistencia de madera, o sea son lignificadas; de color rojizo, verduzco o marrón cuando están jóvenes, transformándose a grisáceo al pasar los años. Sus hojas están compuestas por varios foliolos dentados al margen, de apariencia brillante o mate, en formación imparipinnadas, con peciolos lisos.
Poseen estípulas herbáceas unidas al peciolo y cuya base envuelve, en parte, al tallo (envainadoras).
Las flores brotan en grupos, definiendo una inflorescencia del tipo cima o pueden ser solitarias. Las rosas presentan sus verticilos completos, por lo que son bisexuales. Son períginas, es decir, poseen un receptáculo cóncavo muy específico denominado hipanto, que cubre a los carpelos.
Las rosas están dotadas de cinco pétalos por igual cantidad de sépalos, aunque pueden tener un número mayor dependiendo del cultivo. Tienen muchos estambres y carpelos libres, con un rudimento seminal; los estilos pueden ser anexados o libres. Su fruto se trata de un poliaquenio cercado por un receptáculo carnoso.
Estas flores exhiben una amplia gama de colores dentro del espectro, con sus respectivos matices. Tienen aromas muy gratos, de diferentes intensidades. En cultivos de rosas híbridas, la particularidad más resaltante es que son plantas de un verde permanente y de floración constante.
Breve Taxonomía:
Las plantas del género Rosa corresponden al reino vegetal Viridiplantae o Plantae, particularmente a la división Streptophyta. Se encuentran dentro de las agrupaciones de las espermatofitas, son eudicotiledóneas (herbáceas y leñosas) y forman parte del subgrupo de las rósidas. Se integran al orden Rosales, familia Rosaceae y subfamilia Rosoideae.
Consideraciones sobre su cultivo:
Casi todas las actividades ornamentales incluyen en sus planes a las rosas. Es una especie mundialmente conocida y cultivada. Actualmente, las rosas pasan por muchos procesos de cruzamiento y selección antes de ser cultivadas, pensando en sus diferentes usos; lo cual ha originado prototipos de diversos tamaños y cantidad de flores.
Las rosas ya cortadas son de mayor importancia y mayor demanda en todo el mundo.
Se diseminan con facilidad, y lo hacen de tres maneras: La técnica más sencilla para su dispersión es mediante esquejes; sin embargo, el método más utilizado es el injerto. Asimismo, se obtienen rosas por el sembrado de semillas, con diversos resultados.
Aspectos importantes a considerar para tener éxito en el cultivo de rosas:
1.- Luz, temperatura y concentración de CO2 son elementos fundamentales para la diseminación y el asentamiento de cultivos de rosas.
2.- Se desarrollan bien en sitios abiertos y soleados, dotados de suelos fértiles ricos en humus, con buena humedad y drenaje.
3.- Se debe evitar sembrarlas en suelos donde ya se hayan cultivado rosas, en vista de que es probable que se vean perjudicadas por distintas enfermedades procedentes de esos suelos.
4.- Las rosas se cultivan bien conjuntamente con bulbos, plantas permanentes y otros arbustos, siempre que estas no disputen, de forma directa, con las rosas por nutrientes y humedad; es por ello que deben estar muy retiradas unas de otras.
5.- Para la selección de plantas acompañantes es significativo considerar plantas de raíces superficiales, tales como geranios y clavellinas (Dianthus).
6.- Se requiere recortar habitualmente los frutos (escaramujos) para que se extienda el periodo de floración pues, con ello, se reorienta el consumo de energía, desde el crecimiento de las semillas hasta el brote de las rosas.