Oncidium forbesii es una de las especies más bellas y delicadas del género Oncidium, que pertenece a la familia de las orquídeas. Se caracteriza por sus flores amarillas con manchas marrones o rojizas, que se agrupan en racimos colgantes. Su nombre científico honra al botánico inglés James Forbes, que la descubrió en Brasil en el siglo XIX.
Esta orquídea es originaria de Sudamérica, donde crece en zonas húmedas y sombreadas, como bosques tropicales o subtropicales. Su hábitat de crecimiento es epífito, es decir, se fija a los troncos o ramas de los árboles mediante sus raíces aéreas. No necesita sustrato para vivir, sino que absorbe la humedad y los nutrientes del aire y de la lluvia.
El cultivo de Oncidium forbesii requiere algunos cuidados especiales para mantenerla sana y floreciente. En este artículo te vamos a explicar cómo cuidar esta hermosa orquídea en tu casa o en tu jardín:
- Luz: Esta orquídea necesita una iluminación moderada, sin sol directo. Lo ideal es ubicarla cerca de una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz filtrada por una cortina. Si la luz es demasiado intensa, las hojas pueden quemarse o perder su color verde. Si la luz es insuficiente, la planta no florecerá.
- Temperatura: Esta orquídea se adapta bien a temperaturas cálidas durante el día (entre 20 y 30 ºC) y frescas durante la noche (entre 15 y 18 ºC). No tolera el frío extremo ni las heladas. Si la temperatura baja de 10 ºC, hay que protegerla del frío con un plástico o un paño.
- Humedad: Esta orquídea necesita una humedad ambiental alta (entre 60 y 80 %). Para conseguirlo, se puede pulverizar agua sobre las hojas y las raíces cada dos o tres días, sin mojar las flores. También se puede colocar la maceta sobre un plato con piedras mojadas o sobre un humidificador eléctrico.
- Riego: Esta orquídea necesita un riego regular pero moderado. Hay que regarla cuando el sustrato esté casi seco, evitando el encharcamiento. Se puede usar agua de lluvia o agua destilada para evitar la acumulación de sales minerales. El riego debe ser más frecuente en verano y menos en invierno.
- Sustrato: Esta orquídea no necesita tierra para vivir, sino un sustrato ligero y aireado que le permita respirar a sus raíces. Se puede usar corteza de pino triturada o fibra de coco mezclada con perlita o vermiculita. El sustrato debe estar limpio y libre de hongos o insectos.
- Maceta: Esta orquídea se puede cultivar en una maceta transparente con agujeros para facilitar el drenaje y la ventilación. La maceta debe ser lo suficientemente grande como para albergar las raíces sin apretarlas ni dañarlas. Se recomienda trasplantar la planta cada dos años o cuando el sustrato o mejor dicho el soporte esté deteriorado.
- Abono: Esta orquídea necesita un abono específico para orquídeas cada 15 días durante la primavera y el verano, cuando está en crecimiento y floración. El abono debe ser diluido en el agua de riego según las indicaciones del fabricante. No se debe abonar en invierno ni cuando la planta esté enferma o debilitada.
- Floración: Esta orquídea suele florecer una vez al año entre finales del invierno y principios de la primavera. La floración dura entre dos y cuatro semanas aproximadamente. Para favorecer la floración hay que mantener una diferencia térmica entre el día y la noche (unos 10 ºC) durante el invierno.
- Poda: Esta orquídea no necesita
