El Laurel o Lauro es un arbusto perteneciente a la familia de las lauráceas, comúnmente conocido por ser un ingrediente en las comidas, debido a su sabor y el aroma que proporciona. Se puede observar en jardines y huertos caseros en muchas partes del mundo.
Origen: Es originaria de la zona Mediterránea, usado en la antigua Grecia y en Roma para coronar a los guerreros y emperadores, era común usarlas como corona, en símbolo de victoria y poder. Es un pequeño árbol que suele crecer en zonas húmedas y sombreadas. A lo largo de la historia se la ha considerado como una planta simbólica de alabanza y con propiedades míticas que se ha usado como protección, además de poseer grandes beneficios medicinales.
Con el paso de los años su cultivo se fue expandiendo por el mundo, llegando a ser una de las plantas más cultivadas por familias, debido a la infinidad de usos que se le pueden dar a tan valiosa planta.
Características: El Laurel se observa como arbusto y también como árbol en algunas ocasiones; en el segundo caso, puede llegar a medir de cinco a diez metros de altura, siendo un árbol de tronco recto y copa frondosa.
Sus hojas son onduladas, se ubican en las ramas, son de un color azulado y tienen un aroma penetrante. Poseen flores amarillas de cuatro pétalos que acostumbran florecer entre Marzo y Abril, además dan un fruto que al madurar en otoño produce una semilla.
El Laurel contiene propiedades medicinales para tratar la indigestión y acides estomacal; también tiene efectos bactericidas, expectorantes y antiinflamatorios por lo que es usado frecuentemente para afecciones respiratorias.
Cabe destacar también su uso como condimento en la preparación de varios alimentos, es muy apreciado por la gastronomía especialmente en Europa y el continente asiático, pero la realidad es que no falta en ninguna cocina del mundo generalmente.
Cultivo: Tiene preferencia por lo climas templados y húmedos, por lo tanto suele darse en áreas frescas con un suelo que posea el drenaje adecuado, pero se adapta fácilmente. Debe ser regado constantemente pero no hay que estar muy al pendiente de este factor pues tolera la sequía.
Con respecto a la luz, no requiere mucho sol ni mucha sombra, se requiere un equilibrio de ambas para un cultivo exitoso. Hay que podarlo de vez en cuando, para que no se apodere del jardín, pues suele ser una planta que se extiende conforme crece, lo mejor es limitarlo.
Cuidados: Sus cuidados son mínimos realmente, no requiere estar al pendiente de él constantemente; tras sembrarlo solo se debe estar regándolo de vez en cuando y abonarlo con fertilizantes que contribuyan en su crecimiento, por lo tanto, deben ser ricos en nutrientes.
Cuidar de que no esté expuesto a altas temperaturas de frío o calor, pues esto puede ser causante de que falle su cultivo, hay que podarlo cada que se pueda, para evitar que contraiga una plaga y se requiera de insecticidas o productos con sustancias que pueden afectar la cosecha.
