El Acanthus mollis también es conocida por:
- Acanto
- Ala de ángel
- Netrnati akant
- Erva-gigante
- Ala de angel
- Cucaracha
¿Te gustan las plantas perennes con hojas grandes y vistosas? ¿Quieres darle un toque exótico y elegante a tu jardín? Entonces te interesa conocer el acanto (Acanthus mollis), una especie vegetal perteneciente a la familia Acanthaceae, originaria de la zona mediterránea.
El acanto es una hierba perenne que puede alcanzar hasta 1 m de altura, con un tallo simple, erecto y escaposo. Sus hojas son simples, arrosetadas, grandes y de forma elíptica u ovada, con bordes pinnatifidos e inciso-dentados. Son glabras por el haz y pelosas en los nervios del envés.
La floración del acanto es abundante y duradera, y se produce en primavera tardía o verano temprano. Las flores son blancas y se agrupan en espigas densas, rodeadas de brácteas púrpura que las protegen. Las brácteas superiores son más grandes y se asemejan al labio superior de una flor bilabiada, lo que le da un aspecto muy ornamental. Los frutos son cápsulas espinosas que contienen semillas negras y brillantes.
El acanto es una planta muy apreciada por su belleza y su valor histórico y cultural. Su forma inspiró a los antiguos griegos y romanos para decorar los capiteles de las columnas corintias y compuestas. También se utiliza en la medicina popular como remedio para diferentes inflamaciones, especialmente de garganta y boca.
El acanto es una planta fácil de cultivar, siempre que se le proporcione un ambiente húmedo y sombreado. No tolera el sol directo ni el exceso de calor. Prefiere los suelos profundos, sueltos y permeables, con un pH neutro o ligeramente ácido. Necesita riegos regulares en primavera y verano, pero sin encharcar. En invierno se puede reducir el riego, pero sin dejar que se seque completamente.
El acanto no requiere muchos cuidados, salvo eliminar las hojas secas o dañadas en primavera y cortar las espigas florales tras la floración. No le gusta ser trasplantado ni dividido, por lo que es mejor dejarlo crecer libremente en el mismo sitio. Se puede multiplicar por semillas o por esquejes de raíz en otoño.
El acanto es una planta ideal para crear rincones sombríos y frescos en el jardín, combinando bien con helechos, bambúes y otras plantas de hoja grande. También se puede cultivar en macetas grandes para decorar patios o terrazas. Sus espigas florales son aptas para hacer ramos secos.
Si quieres disfrutar de esta planta tan especial, no dudes en conseguir un ejemplar de acanto (Acanthus mollis) y seguir estos consejos de cultivo. Verás cómo te sorprende con su belleza y su elegancia.
