Muchas plantas tienen virtudes ornamentales, algo que nadie podrá poner en duda simplemente al verlas. Algunas otras tienen propiedades medicinales, unas comprobadas y otras no, simplemente adjudicadas por uso y costumbres de los pueblos. Existen otras que son conocidas por sus bondades de carácter mágico o fantástico. Pues, este es el caso del Acebo, bueno, más bien del que al parecer combina estas tres facetas (ornamental, medicinal y mágica).
El Acebo, cuyo nombre científico es Ilex Aquifolium, es un arbusto mediano muy bonito y altamente demandado a niveles que han llevado a muchos países a protegerlos y limitar su explotación mediante la tala. Puede vivir muchos años, tanto que se afirma que podría llegar a unos 500 años, claro, si la mano del hombre no interviene en dicho proceso.
El porte de este árbol es de forma de pirámide y se inicia muy desde abajo. Su tronco es esbelto y bastante recto con gran cantidad de ramificaciones hacia donde se exponen sus magníficas hojas de verde intenso brillante de bordes puntiagudos espinosos, así como también sus hermosísimos, atractivos y muy peligrosos frutos rojos. Éstos, son de mucho cuidado y debe evitarse su ingestión porque pueden provocar vómitos de forma excesiva, en algunas variedades son extremadamente tóxicos. Considérese plenamente lo anteriormente dicho muy a pesar de que en algunas consultas web le puedan afirmar sobre supuestos beneficios.
Esta planta puede cultivarse en macetas con buenos cuidados tanto para sí misma como para las personas que habitan los espacios destinados a tal fin, especialmente sin son niños. Sin embargo, otro factor muy estricto en es que, en muchos países, especialmente de Europa, estos pequeños árboles están protegidos y su comercialización es bien controlada, al punto que toda porción, rama, extensión o similar de esta planta de indicar su procedencia.
Estas medidas pretenden preservar su existencia puesto que es un arbusto muy demandado. Su cultivo se ha convertido en un gran negocio, en algunos casos para bien, en otros no. Los grandes cultivos protegidos de acebo atraen turistas durante el invierno, lo cual genera gran cantidad de empleos en torno a toda la actividad.
Destacar sus virtudes ornamentales obligatoriamente nos ubica en la navidad. Durante esta época del año es cuando el Acebo magnífica su belleza, sus frutos han madurado y muestran todo su esplendor, mientras que sus hojas están en plenitud de su verde más hermoso. En algunas partes se suele llamar Símbolo de navidad. En tiendas de floristerías pueden conseguirse los arreglos ya elaborados. Hay quienes prefieren obtener unas cuantas ramas y elaborarlos por sí mismos. Tal y como sea, son un elemento infaltable para, los que muchos consideran, la mejor época del año.
En torno a sus propiedades medicinales, las hojas secas son utilizadas para elaborar infusiones. Son varias las afecciones que pueden tratarse, o al menos aliviarse mediante la infusión de hojas de acebo. Es beneficiosa para regular la presión arterial alta, mejorar la circulación, calmar molestias de tipo digestivas, aliviar dolor e inflamación de articulaciones, para los mareos e inclusive para problemas emocionales, entre otras cosas.
Toda la magia atribuida al acebo, en la mayoría de los casos, proviene de costumbres, leyendas y mitos ancestrales. A este arbusto le adjudican la virtud de atraer prosperidad y suerte, razón por la cual le consideraban algo muy sagrado. Niñas y niños recién nacidos eran rociados con infusión de sus hojas, o simplemente se les daba de suaves ramazos, para propinarles buena salud y bienestar, protegiéndolos además de espíritus malignos.