Es familia labitae, stachys officinales y familia de la menta. Es una planta que fortalece el sistema nervioso central. Considerada un sedante natural que te sirve cuando tienes dolores de cabeza y migrañas. Indicado en casos de debilidad nerviosa asociada con la ansiedad nerviosa asociada con la ansiedad, neuralgias de origen nervioso y la tensión.
La Betónica crece en prados y terrenos húmedos. Sus flores y hojas tienen beneficios terapéuticos, por su contenido: betaina, lactonas como la estaquina, ácidos fenólicos y taninos. Es considerada un antiespasmódico, analgésico y sedante, hipotensora, astringente y emenagoga.
Esta planta es un cicatrizante tópico natural. Con ella puedes controlar la tensión arterial, sobre todo cuando hay problemas nerviosos, estrés o ansiedad.
Al combinar la betónica con otras plantas, tratas varias patologías como dolores de cabeza y migrañas, entre otras. También, tiene un efecto digestivo, pues te ayuda con los espasmos gastrointestinales, causados por esos estados nerviosos neurálgicos. Alivia la gastroenteritis, los dolores menstruales que incluyen espasmos, dismenorreas y amenorreas. También, alivia los dolores de espalda y la tensión muscular.
Históricamente, durante la edad media la iglesia y el monasterio usaban la betónica para prácticas espirituales. Esta la colgaban en el cuello para protegerse de los malos espíritus.
La Betónica es una planta muy común usada en Europa. También, crece en la frontera con Finlandia y Egipto. Crece en el Continente Americano, en suelos fértiles ríos orgánicamente. También, crece en Asia Occidental y en el norte de África. Y crece en forma de arbustos.
En Egipto, esta planta era usada para tratar dolencias, heridas, problemas digestivos y dificultades para respirar. Para ello, usaban las hojas de betónica como un tabaco que se fumaban, así también según dicen, alejaban los espíritus malignos.
Es crecimiento de sus flores es hermoso. Son fuertes, atractivas, y sus hojas se caracterizan por tener en un principio un color plateado, y con el tiempo mientras se desarrollan, pasan a tener un color magenta. Lo que las hace ser muy llamativas para quienes las observan. Necesitan crecer con luz y soportan la sombra. La temperatura debe ser cálida moderada. No soporta el frio, ni temperaturas muy extremas.
La Betónica, crece en suelos secos y húmedos también, moderadamente secos. Más húmedos que secos, son suelos ligeramente ácidos y con poco nitrógeno.
Esta planta habita en parques, tierras de pastoreo, límites de bosques, terrenos baldíos y puertos. Fue cultivada en la edad media, en jardines de boticarios y monasterios.
Se desarrolla como una hierba perenne. Su flor con corola es irregular, de color magenta. Sus hojas vienen de un tallo largo, y su fruto es de color marrón brilloso. Es considerada una planta ornamental porque con su presencia, adorna jardines antiguos y silvestres. Su época de floración es entre Julio y Agosto.
Para su recolección, debes recolectar los tallos, las hojas y las flores de betónica. Debes recolectar antes de que se abran las flores. Las debes secar con cuidado y ayudándote con el sol.
Medicamente, esta planta estimula el sistema digestivo, así como el hígado. Es antihelmíntica, digestiva, diurética, sedante y vulnearia. Siempre puedes usar sus flores y sus hojas.
Puedes tratar con ella, los problemas de hipertensión, insomnio, la amenorrea, la dismenorrea, la gastroenteritis, los espasmos gastrointestinales, la fiebre, la gripe, la bronquitis, las cefaleas, las migrañas y las heridas.
La Betónica funciona muy bien para estimular la circulación cerebral, la digestión, los catarros, la sinusitis, dolores de cabeza, neuralgias, gastritis, presión alta y problemas de menopausia. Puedes aplicar esta planta en heridas infectadas, hematomas, ulceras, irritaciones de garganta e inflamaciones de encías. Puedes hacer un tabaco con sus hojas secas e inhalarlo.
Tiene una acción sedante, antipirética e hipnótica. Puedes usarla en casos de insomnio, espasmos gastrointestinales y bajas las fiebres de cuadros infecciosos.
Homeopáticamente, se usa para tratar el asma y la migraña. No se debe consumir en exceso porque trae varios efectos secundarios.
La Betónica, siempre es de sabor amargo y es aromático.
Tales como Diarreas y vómitos. No se recomienda consumir durante el embarazo, y siempre es importante tomar en cuenta la opinión de un médico.
Farmacológicamente, funciona como sedante, nervino, tónico, amargo, aromático y vulnerario.
Para realizar infusiones, debes colocar en una taza de agua hirviendo dos cucharaditas de hierba seca y dejar reposar por quince minutos. Consumir tres veces al día.
Para la tintura, tomar seis mililitros de tintura, tres veces al día.
Para el tratamiento de dolor de cabeza de origen nervioso, puedes combinar la betónica con la escutelaria.
Para el uso de esta hierba, en distintos casos, puedes emplearla de la siguiente manera:
Para la tisana contra la cefalea y la migraña, debes combinar la betónica con matricaria, ginkgo, pasiflora y anís estrellado en partes iguales. Para ello, hierves una cucharada de la mezcla en un vaso de agua por dos minutos y la dejas reposar cinco minutos mientras la filtras. Puedes beberla tres vasos en ayunas. Funciona en cefaleas provocadas por un sobreesfuerzo o ruido. Sustituyendo la matricaria por lúpulo o verbena, lo que favorece el sueño.
Para los espasmos gastrointestinales, tienes que combinar la betónica con hierbaluisa, melisa y manzanilla, colocando la misma cantidad de cada una. Las colocas en agua hirviendo, y la dejas reposar por diez minutos. La tomas en cada comida principal del día.
Para controlar la tensión arterial alta por estrés, debes combinar la betónica a con espino albar, hojas de olivo y anís estrellado, colocando la misma cantidad. Debes hervir dos cucharadas de hierba en un vaso de agua, y dejas reposar diez minutos. Debes ingerir un vaso en la mañana y uno antes de dormir.
Para lavar heridas y favorecer su cicatrización, usas la infusión de betónica, con cola de caballo y bolsa de pastor. Es un buen astringente y cicatrizante.