El ficus ginseng es una planta con mucha personalidad, sus grandes raíces bulbosas y engrosadas lo hacen muy característico, resulta muy preciado por los amantes de la jardinería por su valor ornamental. Originario del sureste de Asia siendo este el ascendiente de muchas especies como el ficus. En algunas partes el árbol es considerado como el hogar de los espíritus.
Su versión salvaje puede llegar a medir 12 metros de altura y suele tener su copa muy frondosa. Es de hoja perenne que además tiene un tamaño reducido y su forma es ovalada. Su tronco es de un color grisáceo y de textura lisa. Su nombre científico es ficus microcarpa, siendo parte de la familia de los higos, su fruto es pequeño, llegando a ser de 1 cm, de color amarillo o rojo al madurar, tiene la semejanza de un pequeño higo.
En versión bonsái es un grandioso árbol encanta a los amantes de este arte, por su diseño natural y hermoso.
¿Cómo Cuidar del Bonsái Ficus Ginseng?
Los ficus son considerados bonsáis de interior por lo tanto no soportan heladas. En verano se puede dejar fuera de casa si las temperaturas son superiores a los 15 °C y precisan mucha luz solar para un óptimo desarrollo. Lo ideal si se deja dentro de casa es ponerlo en una ventana donde le dé sol diario. Si le falta luz se le caerán las hojas, lo cual suele suceder con facilidad en invierno.
Debido a que sus raíces tienden a ensancharse y acumular agua, su irrigación debe ser moderada para no crear encharcamientos y evitar que se pudran sus raíces. Debe regarse de manera abundante durante el verano.
Para que la planta crezca con vigor va a ser fundamental utilizar un buen abono, es recomendable uno para plantas verdes. Lo ideal sería fertilizarlo cada mes o mes y medio depende de su etapa de crecimiento. Llegada la primavera debe ser podada de manera gradual para no causarle daños a la planta. Se puede ir quitando las ramas que hayan crecido demasiado durante el invierno. En cuanto a la defoliación, es mejor practicarlo entrado el verano, ya que necesita recuperarse para el invierno. Es una técnica muy agresiva que lo debilita, por eso hay que esperar a que el bonsái tenga al menos dos años.
Consejos para Evitar Enfermedades del Ficus Ginseng
Si a la planta se le cae las hojas, es posible que algunos de sus cuidados no se hayan llevado correctamente. Es posible que sufriera un cambio brusco de temperatura o que no reciba la luz solar que necesita. Las plagas suelen alojarse en sus notables raíces aéreas cuando se humedece demasiado el sustrato. El exceso de riego suele ser la condición ideal para que ataquen al ficus ginseng. La aparición de cochinillas puede verse por manchas negras en las hojas de la planta y la pérdida de estas. Para combatirlo se puede utilizar un jabón potásico en spray durante 10 días.
Lo más importante es mantener al ficus limpio y seco, basta con rociar sus hojas sin crear un exceso de líquido presente en ellas, ya que es la principal fuente de hongos en el bonsái.
