Entre otras bellas cosas, en el jardín de alguien, nunca faltan unas rosas. Esta bella Flor, de pétalos Rojos intensos, rosados, blancos o amarillos, siempre está en el imaginario popular, como el símbolo de un perfecto jardín occidental. Su inigualable perfume, y sus hermosos e inigualables pétalos, la hacen la flor de jardines de reyes. Pero traicionera, la belleza de la Rosa es, escondida entre sus hojas, se encuentran las espinas del dolor. Por ello esta linda flor, símbolo del amor pasional, esconde también, las espinas, símbolo del riesgo que se corre al entregar el corazón y, sin embargo, siempre regalamos una Rosa a aquella dama que nos roba el corazón.
En San Valentín, regalar un ramillete de Rosa Rojas, significa “te amo”, “mi corazón es tuyo, sin necesidad de que lo robes, ahí lo tienes”.
Las Rosas, siempre portan algún mensaje, según dicen los entendidos. Si son blancas, “pureza”, sin son rosadas, “inocencia”, sin son amarillas “amistad” y por supuesto si son rojas, “amor”.
Características:
Las Rosas, pertenecen al tipo de los arbustos, por esos sus tallos crecen duros, con hojas grandes y tallos duros y espinosos. Existen muchas especies de Rosas, debido a la permanente hibridación artificial de los cultivadores de rosas.
Su Corola, está formada por pétalos que vienen juntos, en juegos de cinco, colocados uno, sobre el otro. Una característica principal, por la cual reconocemos esta flor, es su aroma, único en el mundo e inspirador de muchas fragancias cosméticas o perfumes.
Aun cuando las plantas suelen florear, todo el año, el otoño, es la estación ideal para su reproducción. Las Rosas son plantas de sol, y por eso es importante cultivarlas a la intemperie, como siempre una buena irrigación es importante, el agua debe llegar adecuadamente a las raíces, las cuales deben permanecer húmedas, pero el follaje de planta es especialmente delicado, ya que desarrolla, fácilmente plagas, como hongos y otros tipos de bacterias que atacan sus hojas.
Un cuento para Rosa:
Rosa, es sin lugar a dudas, uno de los nombres más populares entre las mujeres del mundo hispano. Jorge, se había enamorado, de una de ellas.
Comenzó una carta diciendo
“Una Rosa, es hermosa y despide una exquisita fragancia y ahora que escribo esta carta para ti, sin lugar a dudas, te comento que no debe haber otro nombre más adecuado, que refleje tu noble belleza”
Con esas palabras, el noble caballero expresaba lo que su corazón color de rosas, manifestaba. Se había enamorado de una Flor, con apariencia de mujer…
Sus dedos, finos pétalos, vestidos de rojo, sus labios color carmesí, lo tenían soñando con el indudable aroma irresistible de una mujer preciosa, sino…
¿Qué otra mujer debería llamarse Rosa?
La carta ya había sido recibida por la pretendida, y el pretendiente, la acompañó de un ramillete, confiado que no habría duda en el mensaje.
La duda, por supuesto, estaba en la respuesta, una dama así, debería por seguro, estar recibiendo una rosa todos los días. La respuesta para Jorge, no se hizo esperar, una nota le llegó diciendo…
“He recibido un mensaje de tu corazón, así que, por eso, te daré los pétalos de los míos”
Firma..
“Rosa”.
