Regalar orquídeas amarillas tienen un significado erótico y pasional, aunque en menor proporción que las rojas. Los conocedores de esta materia le adjudican el poder de demostrar amor intenso, verdadero y puro, más allá de lo netamente lujurioso. En tanto, constituye el regalo ideal para parejas en su de aniversario o para las celebraciones correspondientes. No obstante, en algunos países celebran Bodas de Orquídeas, lo cual se ocurre cuando las parejas arriban a 55 años de matrimonio pero para ello se utilizan exclusivamente orquídeas blancas.
Entre las orquídeas amarillas destaca las de género Oncidium que cuenta con más de 300 especies. Son conocidas popularmente como Dama danzante ¿por qué razón?, debido a que su flor se asemeja a una bailarina la cual se bambolea con suaves golpes de viento.
Son originarias de las zonas tropicales en América. Plenamente pueden adaptarse a lugares a niveles del mar, pero también a otras alturas más elevadas logrando desarrollarse incluso hasta 1500 metros, no más de allí.
Sus pétalos son un poco ondulados y bastante más grandes que sus sépalos, los cuales suelen tener pequeñas marcas grisáceas. La planta es epífita y no constituye para nada una planta parásito sobre su soporte. Las hojas son alargadas y un poco delgadas.
Estas flores son de exigencias muy básicas lo que facilita su adaptación en casi cualquier parte. Se desarrollan tranquilamente en climas de temperatura de 15 grados centígrados cómo mínimo y 25 como máximo. Bien podrían sobrevivir en temperaturas un poco más elevadas, pero ello requerirá un mayor nivel de humedad. Así también, si se desea favorecer la floración habrá que lograr descender la temperatura por las noches mas o menos unos 10 grados.
Su demanda de luz es alta, aunque no de forma directa, la cual puede representar un elemento muy perjudicial, es decir, necesita mucha luz, pero no directamente al sol. Necesita de buena ventilación, la cual preferiblemente debe ser constante pero no de forma violenta o agitada en extremo. Adicionalmente, se debe evitar mantenerlas expuestas a cargas de humo u otros contaminantes, asegurándose siempre de que obtengan buen oxígeno.
Una recomendación muy obvia, es que, si logran desarrollarse a plenitud, hermosas y fuertes, pues simplemente, ese es el lugar adecuado donde deben permanecer. Si es menester reubicarlas, entonces tratar de emular las mismas condiciones. Así de sencillo.
Su desarrollo puede mejorarse mediante la aplicación de abonos. En todo caso, fertilizantes exclusivos para orquídeas. La forma de aplicarlos será la que indique el fabricante del producto adquirido para estos fines.
No es muy recomendable, especialmente en tiempos de crecimiento, utilizar agua directamente obtenida del grifo, sino más bien agua mineral o purificada.
