La Pachira o conocida dentro de la comunidad científica como Pachyra Aquática, es un árbol de origen tropical que comúnmente es utilizado como decoración de interiores por la elegancia que lo caracteriza y su valor ornamental.
Podemos encontrarlas en tierras calurosas de Costa Rica, Perú, México Brasil y toda la extensión que corresponde a la América Central. Algunos de los nombres comunes que se le atribuyen a esta planta son: Castaño de la Guayana, Ceibo de Agua, Abombo o Castaña de Agua.
Este género de plantas está conformado por alrededor de veinticuatro especies de árboles perennes y caducifolios. Alcanzan una altura aproximada de quince a veinte metros y son pertenecientes a la familia de las Bombáceas. Este género de plantas está asociado filogenéticamente con el famoso Árbol de Baobab.
Particularidades Botánicas
Una de las más llamativas características de esta planta es el doblaje en forma de trenzado que realiza su tallo, no obstante, esto solo es posible cuando la Pachira está muy joven porque una vez alcanza su adultez, este suele asumir dureza, rusticidad y es imposible de manipular.
Estos tallos poseen una corteza suave y son de un color verde opaco, de igual forma sirven como reserva y almacenamiento de agua; sus hojas son grandes y alternas de tipo palmadas, tienen alrededor de siete foliolos obovados y coriáceos.
Las flores son pentámeras y pueden llegar a medir treinta centímetros de longitud, sus pétalos son estrechos y largos de un color blanco llamativo y su fruto, se distingue por ser una pequeña cápsula en forma de globo, de color marrón y bastante compacta, tiene una dimensión de trece centímetros de diámetro.
Usos de la planta Pachyra Aquática:
El uso más común de esta planta es el ornamental, bien sea en espacios exteriores o adornando cualquier rincón de hogares y oficinas en macetas.
En las regiones de Centro América, de donde proviene esta planta, se consumen sus hojas, flores y frutos los cuales se desecan y tuestan para ingerirlos. Se conoce también de uso para tratar la diabetes mediante la ingesta de sus hojas y frutos en decocciones.
Esta especie tiene en su zona de origen, un valor artesanal debido al uso de sus tallos y ramas para la elaboración de objetos y utensilios de cocina.
Cuidados de la Pachira
Multiplicación: La Pachira, tiene dualidad en su forma de reproducción al igual que muchas especies ornamentales. En el caso de la reproducción asexual es un poco complejo, sin embargo, si queremos utilizarla se deben obtener esquejes provenientes de las ramas adultas. Estos deben poseer aproximadamente cincuenta centímetros y deben ser impregnados con hormonas que promuevan el enraizamiento.
En el caso de la reproducción sexual, es mucho más sencilla, se debe realizar en la estación primaveral utilizando tres semillas para garantizar la germinación, esta ocurre cercano a los treinta días.
Ubicación : La ubicación es uno de los aspectos más importantes a considerar en el cultivo de cualquier especie, ya que estas tienen unas necesidades ambientales que se debe garantizar para su óptimo desarrollo. La Pachira, es una especie que necesita de abundante luz, no obstante, no se debe exponer directamente al sol ya que su follaje puede quemarse. La temperatura es un elemento ambiental importante en el cultivo de esta especie y de cualquier especie de origen tropical, debido a que no toleran temperaturas bajas. De igual manera es importante la humedad ambiental y que estén resguardadas de las corrientes fuertes de aire.
Sustrato : Por su origen tropical, los suelos donde se desea establecer esta planta, deben tener un alto contenido de materia orgánica y un buen drenaje, ya que si el sustrato retiene mucha humedad puede afectar el sistema radicular de las plantas.
Riego : Este aspecto es importante resaltarlo en el cuidado de las plantas de Pachira ya que no se puede aguachinar el sustrato, pero tampoco se puede permitir que las plantas sufran de estrés hídrico, por lo general se recomienda regarlas de dos a tres veces por semana, incrementando la frecuencia en verano si el sustrato lo requiere.
Abono : Las plantas de Pachira no tienen una demanda excesiva en cuanto a la fertilización, basta con aplicar una vez al mes durante el período de crecimiento vegetativo, un abono con alto contenido de nitrógeno, esto se puede lograr aplicando materia orgánica descompuesta o compost, o también humus líquido de lombriz roja californiana. También puede utilizarse para esta labor, un fertilizante químico formulado que contenga buena proporción de nitrógeno.
Trasplante : El crecimiento del sistema radicular requiere espacio seguir expandiéndose, por este motivo debe cambiarse la planta hacia un contenedor más grande. Este trasplante, debe hacerse transcurridos dos años después de la siembra y debe realizarse a comienzos de la primavera.
Poda : Esta planta se caracteriza por desarrollar un follaje bastante denso, por este motivo se deben podar las ramas para mantener una figura uniforme y vistosa, recuerda realizar la poda entrando la primavera y utilizar herramientas desinfectadas para evitar cualquier diseminación de enfermedades.
Plagas y enfermedades : Las plantas de Pachira son susceptibles al ataque de pulgones, araña roja y cochinilla algodonosa, para combatirlas se puede aplicar una decocción de cinco dientes de ajo (Allium sativun) y cinco hojas de Neem (Azadirachta indica) en un litro de agua.